Si pudiera hacer un balance final para este término de año, diría que fueron meses difíciles, pero con momentos de felicidad también, de eso no puedo quejarme.
Conocí a grandes personas, me reencontré con otras, aprendí cosas nuevas de mi, por ejemplo, supe que era más valiente de lo que pensé, que pude levantarme de las adversidades que aparecían en el camino, gané un año más de experiencia y madurez, bueno, sólo en algunos aspectos, porque en otros, creo que no tengo mucha ventaja.
Aprendí que tener prejucios siempre es malo, darse una segunda oportunidad de establecer relaciones de amistad es un paso fundamental para conocerse a si mismo y a los demás.
Descubrí también que tengo una vocación especial hacia el prójimo, eso si llena y mueve mi vida, por lo mismo, uno de mis deseos para este 2008 es poder seguir adelante en temas de estudio para así concretar uno de mis grandes sueños.
Pude darle un real significado a la amistad, aunque nunca estuve mal encaminada al concepto verdadero, reconocí al fin a mis amistades. Recuerdo cuando pase un mal momento y ahí estuvieron mis amigos, para acompañarme y ayudarme en el proceso, creo que sin ellos todo habría sido distinto. Ayudaron a que mi autoestima no estuviera en el suelo y me hicieron saber que era una mujer que valía mucho.
También me di cuenta de cuánto amaba a mi familia y que sin la compañía de ellos mi vida no tendría sentido.
No tienen riquezas materiales, tampoco les falta para comer, pero son gente humilde, esforzada de mucho trabajo y rica en amor, que siempre está unida cuando a algún integrante le sucede algo. Eso me hace sentir orgullosa de la familia que tengo, a quien les debo la vida y mucho más.
En tema de estudios, creo que fue un buen año, pero en algunos momentos no niego que me dejé estar, no sólo por cansancio, sino también por algunmos inconvenientes, aprovecho de agradecer a mi grupo de trabajo por aguantarme y soportarme, pero creo que si no fuera por ellos, los frutos habrían sido diferentes.
Finalmente, en el aspecto sentimental, a pesar de todo lo vivido, pude aprender muchas cosas que prefiero reservarmelas y entregarlas a quien ocupe mi corazón posteriormente.
Pero siempre agradecer a esas dos personas importantes que me brindaron momentos de alegría. Uno de ellos ahora uno de mis grandes amigos, y del cual él y su familia siempre tienen un lugar en mi corazón. Y bueno, la otra persona sin duda, me entregó demasiados buenos momentos, sin duda, un gran hombre a quien quiero un monton y en verdad que admiro y bueno, lo demás él lo sabe.
Espero de todo corazón que el 2008 sea un año lleno de satisfacciones y éxito en mi vida y en la de las personas que me rodean.
Que Dios bendiga a cada uno de ellos y que no olviden que cada año que pasa, es sin duda, un regalo en donde nos deparan sorpresas, personas y vivencias que enriquecen nuestras vidas.
